LAS PALABRAS DEL VICE Y EL RUIDOSO SILENCIO DE LOS INTENDENTES

El desencuentro. Mensaje de voz vs Mensaje de textos.

Las cataratas de palabras del vicegobernador del Chaco nos ofrecieron una agenda interesante desde el minuto cero de la reasunción de la formula Capitanich-Ivanoff. Y no es palabrería del vicegobernador, hay un núcleo duro del mensaje político que requiere una averiguación. En principio, es destacable la buena salud de sinceridad que goza Bacileff Ivanoff, podrá reprochársele un montón de cosas pero no disfraza sus pensamientos, no se entrevera en amistad con la hipocresía del oportunista ni con ese discurso obsecuente de la alcahuetería que con tal de ahorrarse los enojos del líder es capaz de fabricarle un mundo de fantasías. Los cuestionamientos de Bacileff Ivanoff giraron alrededor de tres ejes: La conducción del movimiento peronista en el Chaco, las interferencias institucionales de Gustavo Martínez, y del malestar de Capitanich por la desconexión con el kirchnerismo.

El Vicegobernador no escondió su preocupación por la falta de conducción política del movimiento peronista. Una cosa es la gestión y otra cosa es la conducción política del partido. En casa de gobierno él es el jefe pero en el partido somos todos iguales. Bacileff saca a la superficie mediática sus apreciaciones pero en el subsuelo peronista también hubo señas de un disconformismo similar cuando Capitanich, en su afán, de llevar todas las aguas para su molino dejaba abierta las puertas para que cualquiera pueda hacerle internas a los intendentes. La genialidad estratégica de Capitanich para ganar elecciones y gobernar la provincia no está bajo cuestionamiento del Vicegobernador. No son pocos quienes pretenden una porción más participativa de los peronistas en el partido a sabiendas de la imposibilidad de reelección que tiene Capitanich. No solo Bacileff está preocupado con esa realidad de miles de militantes que, sin contención partidaria terminan en distintas organizaciones sociales por fuera del partido justicialista. La principal preocupación, es el vertiginoso ensanchamiento de la ruta de regreso de los gobiernos anteriores. Los peronistas pagaremos los costos políticos de los errores que cometamos, no los aliados! me dijo un militante con la sangre hervida por los malos tratos recibidos durante la gestión de la alianza entre radicales y frepasistas. ¿Qué peronista, no extraña las unidades básicas enclavadas en el corazón popular de los barrios?

Basileff no niega la virtud de Capitanich para administrar la provincia, no objeta la sustancia de la exitosa gestión en una provincia empobrecida por las largas noches de gestiones anteriores ni siquiera objeta a los ministros designados ni que el propio Gustavo Martínez sea ministro. Bacileff cuestiona las interferencias que a su entender tendrá el Ministro de Territorio en todas las áreas del gabinete, y esto lo llevó a decir “pretenden un gobernador de facto” y además  sostuvo que no es compatible ser Ministro y en paralelo presidente de SAMEEP. También dejó entrever que el dirigente (Quien paradójicamente acumula la mayor cantidad de aplausos en los actos peronistas y la acumulación sistemática  de derrotas tras derrotas electorales) puso condicionamientos de par a par y que el trato no era de gobernador a ministro.

El Vicegobernador sin filtros evidenció que Jorge Capitanich, le mandaba en promedio un mensaje de texto por minuto, agraviándolo y reprochándole por las repercusiones que tuvo su accionar en la legislatura. Precisó que algunos de los mensajitos que le llegaban era del tinte de “Cobarde, Llamá a Clarín diciendo que yo no fui, mentiroso desmentí lo que dijiste en Clarín”; y agregó como sentencia que el problema de fondo del enojo de Capitanich no son sus declaraciones sino que la desconexión del futuro político con el kirchnerismo lo volvió irascible, lo volvió descontrolado. Y quien pude negarlo? El propio Capitanich. Recordemos que no hace mucho, la Diputada Nacional Sandra Mendoza en Abrapalabras responsabilizó a Néstor Avalle por las fallidas operaciones de prensa que se realizó en Capital Federal para posicionar al montenegrino como Vicepresidente de Cristina Fernández de Kirchner, y aquí cabe preguntarnos ¿El entorno más cercano de la presidenta leyó también aquellas especulaciones como intencionadas operaciones de prensa y en tal caso como le cayeron? Y aquí podemos pensar que es posible que Capitanich como autoridad del partido justicialista a nivel nacional padece de los mismos sinsabores que los integrantes del PJ Chaco, es decir de esa “cáscara vacía” de la cual habló Hugo Moyano. 

También cabe preguntarnos ¿Sobre que base piensa Capitanich llegar con chance de ser presidente en el 2.015? ¿De la mano del Kirchnerismo que a primera vista le reprochan sin mayores análisis sus afinidades con el duhaldismo, su libro la sumergida, sus vínculos presentes con el macrismo, o las más recientes declaraciones publicas acerca del plan de Dios, entre otras cosas? Bueno pero como contador es hábil para trabajar con la partida doble, porque del lado del Haber podemos ingresar la fuerte participación pública que tuvo cuando fue el conflicto por la resolución 125 donde su posición fue diametralmente opuesta a la que expuso en “La sumergida”, poniendo la cara por el PJ para leer la carta donde se trataba de golpista a los dirigentes de la mesa de enlace, también entregó sus servicios para militar por la ley de medios, el libro “El kirchnerismo que escribió con lujos y detalles sobre las bondades del modelo socioeconómico vigente o la organización militante de una plaza llena del 25 de mayo pasado donde honró a la presidenta”

La pregunta es, Capitanich está más incomodo con las palabras del vicegobernador o con el ruidoso silencio de los intendentes oficialistas. ¿Los intendentes callan porque otorgan verdad a las observaciones de Bacileff? Es hora de plantear, que entre “La sumergida” y “El kirchnerismo” está el peronismo que no quiere ver a su partido como una cáscara vacía, que está preocupado por el dramático angostamiento del camino hacia la casa rosada de cara al 2015 y por el vertiginoso ensanchamiento de la ruta de regreso de los malos gobiernos al Chaco.